POR LA BAILARINA CONTEMPORÁNEA
Los jardines de Godella son para Gala un lugar de su infancia. Aquí, cerca de Valencia, creció. Hoy, las ventanas del pabellón están oxidadas y son austeras, pero Gala asocia este punto de encuentro con su juventud. Aquí flota una historia en el aire, su historia. Quería regresar aquí para la sesión de fotos, para entregarse en silencio al baile. Sin música, baila su coreografía, deteniéndose una y otra vez. Siente quién fue aquí alguna vez, y quién es hoy, se conecta con el lugar y la naturaleza que la rodea.
Esta emoción entre la nostalgia y la pura fuerza, entre el pasado y el baile vivo, se expresa aquí. El pabellón le da a Gala protección y profundidad. Solo después elegimos el campo abierto como segunda locación. La bailarina se hunde hasta los tobillos en la tierra suelta, pero ahora ya no puede detenerse. Ninguna ventana oxidada, ni el concreto limitan sus movimientos. Aquí olvida la cámara y el mundo que la rodea. Con esta sesión, Gala ha emprendido un pequeño viaje: de regreso al pasado, hacia la libertad.